VISIÓN EN TUNEL

Ayer un paciente me regaló una rosa. Seguramente la cortó en un jardín, como cuando somos adolescentes. Pero eso no importa, lo que me conmueve es que recordara que ayer era mi cumpleaños. Lo comenté de pasada cuando lo cité después de suturarle y ayer, cuando vino a que le retirara los puntos, hizo una reverencia muy teatral y me dio la flor.
Estoy muy sensible y casi me puse a llorar. Me costó mantener la compostura os lo aseguro.
Fue un día triste, lleno de muestras de cariños impagables que justifican cada uno de ellos mí día a día. Pero también de ausencias dolorosas.
Me doy cuenta de mi visión en túnel. A veces sólo somos capaces de ver un punto delante de nosotros, sin apercibirnos de todo un entorno lleno de matices. Esa visión en túnel que yo llamo ordinariamente "llevar el arnés puesto", me proyecta en una sola dirección arrasando el paisaje de mi vida. Y pienso que soy una caminante en este mundo, no una velocista. Que prefiero disfrutar tranquilamente de las panorámicas de mi senda. Que las metas llegarán como y cuando deban de hacerlo.
Y hoy, un poco más vieja, más sabia y más confusa, se que a veces es bueno un alto en el camino para perder la visión en túnel.
Feliz paseo mis caminantes.

Rescatado de mi blog en ya.com