domingo, 23 de julio de 2006

AMIGOS


¿Somos amigos?-preguntó el joven cordero, en ese idioma que sólo entienden los niños.

El pequeño, de cara sucia y mirada triste, frunció el ceño y exclamó- ¡Pues claro! Pero si te ví nacer, eras una bolita peluda que no sabía ni andar.
Y sin embargo- contestó el animal- cuando crezcas me matarás para saciar tu hambre.
El niño guardó silencio durante unos minutos. Luego, sin mirar a su amigo contestó.
-Tranquilo, yo no me haré mayor. Una bomba me matará antes de que mi voz cambie.
-Pero si a ti no te pueden comer.- Respondió el cordero.
-No importa Bolita, para ellos yo también soy rebaño.



¿Dónde puedo borrarme…de esto que llaman Humanidad?
Me da vergüenza ajena todo lo que veo y vivo últimamente. Me faltan voces exigiendo un Basta ya. Me sobra la arrogancia y la hipocresía de aquellos que se supone que custodian los derechos humanos.
El viernes vino a consulta un padre con su hija. La niña, una adolescente con retraso mental, tenía una otorragia por un tímpano reventado. Se positivamente que fue de un bofetón, pero no lo puedo demostrar. Si somos capaces de agredir así a quienes queremos, abusando del poder y de la fuerza; qué no haremos con aquellos que ni conocemos ni nos importan.
Que me borren, prefiero ser animal.



25 de Julio

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viernes, 7 de julio de 2006

ALEA JACTA EST

*** APROBADA**

Ya hice el examen del curso (Directora de instalaciones de radiodiagnóstico…El título impone ¿verdad?, pues solo me sirve para seguir haciendo radiografías).
Por unas horas volví a mis tiempos de facultad; esto es, mucho café, cuatro horas de sueño, despeño diarreico por la mañana, y un no entender ni lo que se lee justo antes de empezar. Con las clases por la mañana y dos consultas por la tarde, he tenido que rascar horas al sueño para poder estudiar y aun así he ido muy justa de tiempo. Estoy muerta. Eso sí, me he reído lo mío con mis compañeros. Todos postgrado; veterinarios, odontólogos y médicos, haciéndose chuletas que no servían para nada, llegando al estrabismo intentando copiar. Y yo, con mi dislexia, procurando no meter el remo al pasar el cuestionario a la plantilla.
Esta tarde me llama O para consultarme sobre la historia de un paciente. Él también hizo la prueba esta mañana.
-¡Oye!- me dice- Que se me ha metido un electronvoltio por el culo y se me han iluminado los ojos. ¿Tú crees que eso cuenta como absorbente de radiación o me tengo que colgar un trébol rojo al cuello y considerarme como Zona de acceso prohibido?
-Ah, pues no se chico. A mi me ha salido uno por la boca que me ha dejado el pelo a lo rasta, pero yo no me pongo el trébol ni aun que me pasen el dosímetro por las meninges.
Lo que hace el cansancio.
Bueno, ya os contaré si he aprobado o me mandan de cabeza a la repesca con empacho de física nuclear.
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lunes, 3 de julio de 2006

QUÉ ABSURDA ES LA VIDA

Nunca voy a comer a casa, pero hoy tenía el dichoso curso. Mil años haciendo placas y ahora necesito un papelito que me acredite como directora de instalaciones de radiodiagnóstico. Así que en eso estamos; he vuelto a los electrones, radiaciones electromagnéticas y colimadores.
A la salida, me ha sorprendido ver varias ambulancias y coches de policía en dirección al centro de la ciudad. La gente parecía absorta en sus coches, caras largas y más de una expresión de incredulidad.
Me sentía rara.
Al llegar a mi casa entendí. Cuarenta y una personas han muerto hoy en el metro de mi ciudad. Mientras escuchaba las noticias, seguía oyendo las sirenas en la calle y veía la consternación en esos rostros anónimos de la pantalla.
Escribimos nuestras vidas con ligereza, pensando que es una historia sin final. Pero nunca sabemos cuándo se trata del último renglón.
Un día como otro cualquiera, te levantas y te vas a trabajar, dejando tantas cosas por hacer, tanto por decir.
Un día como otro cualquiera no regresas y nadie puede entender lo absurdo del tiempo perdido, la poca importancia que en realidad tienen las cosas que nos amargan la vida.
Estoy de luto con mi ciudad y no me importa quién tiene la culpa ni quién debe asumir responsabilidades. Ahora no, ahora solo quiero llorar.




P.D.No os puedo describir el caos que hemos vivido hoy. La sensación de irrealidad, de esto no puede estar pasando, era tremenda. Desgraciadamente, muchos de vosotros sabéis de qué hablo.
Todo mi cariño para esas familias que hoy han dejado de escribir una vida.

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