viernes, 17 de diciembre de 2004

SUMO MI VOZ

Me sumo a tu voz y a tu gesto cansado hasta la extenuación, a tu mirada firme sin sombras de vacilación. Me sumo a tu claridad meridiana, sin concesiones a la emotividad para no restarle espacio a lo lícito de tu demanda. A la vacilación de tu voz al hablar de las víctimas, a la solidez cuando exiges imparcialidad y transparencia, a la frialdad sin histrionismo cuando aludes a los asesinos.
Me sumo a tu dolor y tu vacío, al recuerdo perenne de doscientas historias inacabadas y a las miles de vidas ensombrecidas ese día.
Me sumo a ese negar la impotencia, arañando con uñas y dientes a la amnesia política. A la férrea solidez con que desarmas mercadillos miserables donde se comercian muertes por consignas políticas, a la mano dura con que impides que vuestro dolor sea moneda o arma arrojadiza entre titanes.
Me sumo a ti, a vosotros.

A Pilar Manjón.

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