MURIÓ EL MIEDO

Pues sí, no hay duda; el miedo ha muerto a manos de la ciencia. Los grandes mitos del terror han sucumbido en los matraces de RNA recombinante, internet y la telefonía móvil.
No me pongáis esa cara que tengo razón.
Imaginad por ejemplo a un vampiro tipo el gran Christopher Lee en los tiempos que corren. Para empezar, ya la vestimenta como que le pondría las cosas difíciles. En la era de los metrosexuales, un hombre con capa y traje negro tipo camarero-chirigo-de-playa… Y esa piel tan blanca, los colmillos tan largos, vamos, que no le dejarían entrar en ningún local vip. Mal empezamos.
Lo de volar no está mal y más tal y como anda el tráfico,los controles de alcoholemia y el carnet por puntos. Pero con el frío que hace últimamente tampoco creo que triunfara la idea. Para colmo de males el no reflejar su imagen en un espejo me hace suponer que tampoco saldrían en la cámara de tv, y eso… eso si que es un grave problema. O sales en Crónicas Marcianas (vengas o no de Gran Hermano) o no eres nadie en esta vida.
Así que ahí tenemos al pobre vampirillo, que más que miedo da pena. Menos mal que con el tema de las clonaciones, tampoco necesitaría chupetear a cualquier pringado (que a saber… hoy en día no te puedes fiar). Podría tener su propio “cultivo” de glóbulos rojos sin dependen de yugular ajena.
Y si dejamos a nuestro vampiro y recordamos otros iconos terroríficos veremos que le andan a la par.
La momia por ejemplo. ¿Quién se embalsama hoy en día? (al margen de Marujita Diaz, La Saritísima y otras momias autóctonas). Aun tengo la imagen en mi memoria, de esa mole con forma humana envuelta en jirones de tela andrajosos. Y no se porqué lo relaciono con mis prácticas de trauma y un señor de Murcia al que vendé un esguince con tensoplast (esa venda pegajosa que al retirarla depila en profundidad). En mi celo de hacerlo bien le subí el vendaje hasta los mismísimos…pliegues inguinales. Creo que aun me recuerda.
De fantasmas y espectros andamos sobrados, pero dan risa, no miedo. Aun que no se que deciros, porque a mi me sale LaTamaraLaMala, así, de sopetón y salgo corriendo mas rápido que Runner en sus maratones.
Ya no hace falta ser el Increíble Hombre Menguante para ver la estructura molecular que para eso existe el microscopio electrónico. Ni nos asombra en absoluto una sesión de ouija, si queremos brujas con ver un rato Gran Hermano tenemos más que suficiente.
En fin, el miedo ha muerto.
Descanse en paz.

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