domingo, 11 de junio de 2006

DAME UNA RAZÓN


Dicen que hablo con las manos y con la mirada.
Buena estrategia cuando no encuentro palabras.

Estas últimas semanas han sido agobiantes. Tenía la sensación de vivir para pagar. Ya sabéis, esos meses en los que el noventa por ciento de tu correspondencia son recibos y se te acaban yendo las ganas de abrir el correo. Coincidió con un aumento de pacientes por día, en una época que tradicionalmente siempre es más tranquila. Para acabar de arreglar el panorama, una de las entidades para las que trabajo, está en plena fusión con otra y no he podido escaparme de entrevistas, reuniones, visitas... Me desesperan estas cosas. Soy una médico "a pie de paciente", una "todo terreno" totalmente inútil para cuestiones que se salgan fuera de mi consulta.
Así que llegué al punto de sentir que mi vida era el trabajo y que trabajaba para pagar mil facturas que salían como setas en mis cartillas.
Dormía mal, tenía en mente a un joven paciente que había ingresado y cuyo proceso diagnóstico se había complicado. No conseguía desconectar ni en mi casa y una mañana acabé llorando en el coche, pensando si tal vez me había equivocado escogiendo mi vida.
Ya en el centro, empecé con mi consulta. A media mañana más o menos, me llamó mi compañera de admisión. Me pidió que saliera urgentemente. Mecánicamente, me calcé el fonen al cuello y salí corriendo. Nunca sabes lo que te espera. Sobre el mostrador de admisión, había una enorme cesta de frutas (la más bonita que vi jamás) y una tarjeta que decía:

Porque aun quedan personas como tú
por las que merece la pena seguir creyendo
en la profesión médica.
Mil gracias.
Fdo: V (mi paciente del hospital)

Todos mis pacientes en la sala de espera me miraban sonriendo. Y yo, a punto de llorar, recordé de nuevo la razón por la que me levanto cada día para ir a trabajar.
No tiene nada que ver con las facturas.



P.D.Lo de...Hacienda somos todos... va a ser que es verdad. Vamos, que a mi me tratan ya como de la familia. La madre que los...

Rescatado de mi blog en ya.com

1 comentarios:

Anónimo me dijo:

Dime:
Charo: descubro en cada uno de tus posts que leo una sensibilidad tan extrema, tan candente, tan nostálgica que lograste meterte en mi fibra más íntima. Estaré cerca. Un beso.
El funebrero Martes, 13 Junio 2006 20:45 (Web)

Dime:
Que recibas en cada post miles y miles de rosas en nombre de tus pacientes que, también, somos.

A mi también en Hacienda me tienen como de casa. Hasta las zapatillas y la bata me piden.

Besos
Susy Martes, 13 Junio 2006 11:06 (Correo) (Web)

Dime:
No creo en las casualidades, más bien en las causalidades. Antes de leer tu blog (debo reconocerlo)y antes de leer el mensaje tan amable que dejaste en el mío, puse tu página en mis favoritos porque me encantó el diseño. Prometo leerte seguido... Gracias!

El funebrero Lunes, 12 Junio 2006 23:36 (Web)

Dime:
Invitación formal: http://eltrabajodemivida.blogspot.com/

Te espero!
El funebrero Lunes, 12 Junio 2006 22:49 (Web)

Dime:
Qué bonito es siempre venir a leerte, Andaya. UN beso y flores, también.
Wolffo Lunes, 12 Junio 2006 20:13 (Web)

Dime:
Ojalá todos los pacientes fueran como ese...
Hechodeti Lunes, 12 Junio 2006 17:56 (Web)

Dime:
enhorabuena... gracias a la gente como tu!
si hacienda somos todos, pongamonos de acuerdo para no pagar, y todos tan contentos!
besitos
marta morena Lunes, 12 Junio 2006 16:42 (Web)

Dime:
Q bonito detalle... pero lo veo normal. Si ven la atención q hoy en día suelen dar y luego ven a alguien q de verdad hace su trabajo y mezclándose en el tema.... pues es normal q tengan ese detalle contigo.
Yo tb habría llorado!!

besos
Diablilla Lunes, 12 Junio 2006 02:44 (Correo) (Web)

Dime:
Descubro de pasada el sitio y me causa admiración sólo de entrada. El último post emociona. Bonita forma de agradecerte tu dedicación. A veces me ha dado mucha verguenza expresarle al médico de turno cuánto puedo llegar a apreciar su dedicación, al margen del resultado. Ahora sé que nunca está de más ser expresivo.
cieso Domingo, 11 Junio 2006 23:54 (Web)

Dime:
Bueno al menos hubo un respiro, yo ya sé qué me encontraré en mi buzón, como nunca hay sorpresas digamos que me he acostumbrado a ella, es más, a veces, antes de abrir cualquier recibo, intento adivinar el número final de la factura. Un día hasta acerté. Al menos puedo pagar las facturas y que nunca me falte con qué pagarlas.

Hacienda, pues......... este año les mandaría al mismo eclipse que el del Vaticano (menos mal que escribiste, ya se fueron tus fans)
Sefarad Domingo, 11 Junio 2006 23:13 (Web)