domingo, 23 de abril de 2006

UN HOMBRE Y DOS DESTINOS


Caminó calzando la desgana, cubierto de temor, manchado de miedos.

Un macuto cargado de ausencias, cuánto pesaban. Los bolsillos vacíos de esperanza, sus ojos huecos de mirada plana y unos pasos marcados por la inercia.
Sin meta, sin dirección ni sentido. No importaba el trayecto, simplemente caminaba.
Ni día ni noche, ni hoy ni mañana, y un ayer que quemaba.
Perdía identidad en cada huella, dejando de ser recordando quién era. Enflaquecido de ilusiones, hambriento de razones, descarnado de vida y los huesos huérfanos de alegría.
Sus pasos colmaron el tiempo y se varó en el vértice donde el camino bifurcaba en dos sentidos. Un duro ascenso y una caída en picado.

¿Qué dirección tomar cuando no existe un destino?


Audio: El niño de tus ojos de Rosario.



Lo sientoQuise hacer un regalo, y acabé llorando.
Quise ayudar, y solo conseguí repartir lágrimas.
Ojalá.



25 DE ABRIL

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viernes, 21 de abril de 2006

HAY MOMENTOS


En los que desearía tener esta opción.

Y todavía no tengo claro si sueño con vivir en la Luna o simplemente escapar de este mundo.

Audio: Rescato I’m calling you



P.D.No estaría mal ¿verdad?. Aun que solo fuera un ratito.
Tened mucho cuidado este puente. Ya son demasiados los que faltan.

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miércoles, 19 de abril de 2006

PASO PALABRA

Con la "B": Animal en celo, con sobredosis de testosterona y dieta de lactante...
···

Seis y media de la mañana. P y yo nos cruzamos con un grupo de adolescentes. Habla un borrego con cara de acné, el más insolente.
él: ¿De donde salen dos chicas tan guapas a estas horas?
(desde las 9 de la mañana en PortAventura y al final de una noche de fiesta y copas, podíamos estar divinas de morirse... de morirse del susto, claro.)
yo: No salimos, entramos. Entramos al hotel a dormir.
él: ¿Solitas? No puede ser, yo tengo la solución. Aquí tenéis a 8 hombres (yo suelto carcajada) disponibles a elegir el que más os guste.
yo: Anda mira... como un todo a cien.
Ahí ya se cabrea.
yo: Pues va a ser que no. Buenas noches.
Ya se pone borde.
él: Entiendo que dos mujeres de vuestra edad ya no aguanten como antes.
yo: (sacando uñas) Y yo, lo que no entiendo, es como a la tuya no estás en la cuna con el pañal cambiado. Anda, tira para tu casa que mamá debe de estar de los nervios.
P muerta de risa. Yo como un pomelo agrio.
él: Qué sosas sois, aun que reconozco que para vuestra edad os conserváis muy bien (insiste).
Yo: Qué lástima porque tú, para la tuya, estás hecho un trapo.
Aquí ya giramos hacia el hotel. Y entonces, otro de ellos me grita;
¡Que soy virgen!
yo: Pues mira que bien, aprovecha la semana santa y sal de paso como Macarena.
Ya en el hotel, me disparé yo solita y P lloraba de la risa cuanto más animal me ponía. Pero es que me dieron asco y rabia. No salgo nunca "de busca" ni doy esa impresión. Más bien parezco casi siempre autista y más de una vez me han dicho que voy de sobrada por la distancia que marco, así que esto me pareció de lo peor. Que yo recuerde, a su edad era de otro modo. Pelín menos impresentable.
Al parecer, es práctica habitual en determinadas zonas turísticas, que los niñatos de diecitantos veintipocos anden a la caza y captura de treintañeras para sexo fácil. Pero a mis treinta y siete años, prefiero la carne bien hecha. La vuelta y vuelta la dejo para los famélicos (eufemismo de muertos de hambre).

¿No tenéis la impresión de que esta semana todos los días son Lunes?



P.D.Cuando entré en PortAventura y vi a un Pájaro Loco de tres metros de alto… me quedé clavada en el suelo, se me cayó la mandíbula, los ojos abiertos a lo Betty Bo y, si no me para P de un codazo, empiezo a palmotear dando saltitos como una histérica. No me había sentido así desde que era peque y en Navidades mis padres nos llevaban a la feria. Sin duda, es un lugar con magia.

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miércoles, 12 de abril de 2006

CICATRICES

R llamó ayer al centro para concertar cita. A la pregunta sobre el motivo de consulta contestó; Soy bulímica.
Acudió esta mañana, vestida de timidez y con un algo en la mirada que me resultaba extrañamente familiar. Muy joven, con retales de adolescencia todavía prendidos su piel y una necesidad asfixiante de hablar.
Y me habló. Me contó el infierno de un año de continuas vomitonas, de atracones y mentiras, de desmayos y sentimiento constante de enfermedad.
-¿Para qué?- Esta pregunta la desarma, siempre esperan un ¿porqué?.
-Para adelgazar.-Respuesta obvia, supongo.- Engordé mucho, me dejé y todo el mundo, mis amigas, me decían lo gorda que estaba.
Es entonces cuando entiendo que su trastorno va más allá de la bulimia, que esta es simplemente un síntoma que empezó mucho antes de ese último año.
-R, ¿y por qué te dejaste? ¿porqué empezaste a comer con compulsión?-Percibo su lucha. Se acerca al punto al que no quiere llegar y decido ayudarla.
- Verás, hay dos mecanismos que originan una compulsión alimentaria. Uno es el compensatorio; la persona suple con comida las carencias, casi siempre afectivas. El otro es un mecanismo punitivo. La persona come para sentirse mal y así justificar un dolor previo del que no quiere o no puede ver la causa. Se castiga de este modo.
-Pues entonces… debía comer por la falta de cariño. Verás…
Respiro, se que hemos llegado al origen.
-Tenía un novio. Un novio que me pegaba palizas. Lo denuncié.- Se apresura en aclarar.- Siempre me decía lo gorda que era, que estaba conmigo por lástima, que yo no podría atraer a ningún hombre.
- Y tú le creíste y comiste para ser lo que él te decía que eras.- La veo tan vulnerable, tiene tanto miedo dentro.
-Tenía diez y seis años, fue mi primer amor. ¿cómo puede seguir afectándome después de seis años? ¿ Esto puede haberme hecho enfermar de bulimia?
Su bloqueo llega a tal extremo que no ha sido capaz de ver durante todo ese tiempo su caída en picado.
-R, la bulimia es solo un síntoma. Tú enfermedad es otra. Eres una víctima de malos tratos y de algún modo, aun que ese engendro esté fuera de tu vida, cada vez que te metes los dedos para vomitar, estás permitiendo que siga abusando de ti, haciéndote daño. Cada vómito es como si él te volviera a golpear.
El resto de la entrevista me la reservo. Para vosotros R es anónima, pero para mi no.
Mucha gente piensa que los trastornos alimentarios son problemas de espejo. Que estos enfermos son gente superficial que se deja morir por una cuestión estética. Lamentablemente yo se que no, que en la mayoría de los casos sólo hay que rascar el barniz para destapar situaciones como esta.
Me lo he tropezado tantas veces, demasiadas.

P.D. Curamos las heridas, pero con frecuencia olvidamos las cicatrices. Estas pueden ser tan dolorosas como la propia herida.

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viernes, 7 de abril de 2006

CUESTIÓN DE PERSPECTIVA


Hoy es uno de esos días con puntito cabra loca. Me explico; tras diez horas de consulta con un nivel de adrenalina tres palmos por encima de mi cabeza, acabo en mi coche con las coronarias enroscadas en la palanca de cambios e hiperventilando como si fuera a parir.
Los casos del día me pasan a toda velocidad por la mente hasta que mi ojo de la ciencia empieza a bizquear. Es entonces cuando pienso- ¡Basta ya! – y paro un momento en el arcén para desenroscarme el sentido común y guardarlo en el bolso junto a las coronarias hechas un ovillo. Sigo repasando la jornada, pero con una perspectiva bien diferente.
Y se me ocurre pensar que tal vez debería cambiar mi bata blanca por otros atuendos, según el paciente.
Para Carmen me pondría un delantal y unos guantes de pescadera. Ella es una mujer risueña de la que nunca sospecharías el calvario pasado con la enfermedad de su marido. Siempre viene a por recetas.
-¿Qué va a ser?- le digo ya en tono de guasa. Se ríe mientras saca el talonario de su bolso.
- A ver, ponme dos de Sandimun, una de Fero Gradumet y tres de Pectox lisina.- Yo no doy abasto firmando y rellenando las recetas- Es que de ese tomamos todos; las niñas que fuman, ya sabes… Ah, y me vas a poner también otra de xazal que la pequeña ya me anda con las alergias.
- ¿Y no quieres cuarta y media de ibuprofeno? Que ha entrado bien fresco y lo tengo de oferta…
Con Pepa, me crecerían las melenas hasta la cintura; llevaría un pañuelo cíngaro, de esos con monedas, en la cabeza; falda de colores hasta los pies y grandes aros en las orejas.
Entra con el miedo en sus ojos, y esa expresión de quiero saber pero no me lo digas. Se sienta y me entrega sus analíticas.
-No me ocultes nada, dime lo que ves.- Me imagino a mi misma con aspecto de pitonisa, mirando esos papeles en vez de una bola de cristal. Pepa está bien, pero vive angustiada con la posibilidad de sufrir una enfermedad grave.
- Veo que no me has hecho caso y sigues sin comer carne.- Ella abre mucho los ojos.- ¿Y tú como lo sabes?- me pregunta.
- Me lo dice tu hematocrito. Los glóbulos rojos no me engañan…
Con Luís me tendría que vestír de Gurú de la tribu tirando a Chamana. Siempre tengo que negociar los tratamientos con él.
-¿Y estás segura de que el antibiótico es imprescindible? Es que a mi los medicamentos… como que no.
-Mira,- le contesto con los ojos en blanco- cuando salga el master de curación por imposición de manos, te juro que lo hago. Pero hasta entonces, solo te puedo tratar esa bronquitis con fármacos.
Para Valeria, si pudiera me convertiría en una nube de algodón de azúcar. Es una ardillita de tres meses, todo cachetes llenos de hoyuelos cuando sonríe. Reconozco que cuando sus padres vienen a consulta, no les hago ni caso hasta que no he cogido a la peque y me la he comido literalmente a besos. Ellos lo tienen asumido y me dejan hacer.
Y así, entre trapito y trapito, llego a casa con la carita de Valeria en la memoria, borrando en parte la angustia de Rosa cuando la he remitido a oncología.

No lo puedo evitar, me vista de lo que me vista, son mis pacientes y forman parte de mi vida.


Audio: Hoy algo tranquilito, para relajar los ánimos. Wishing on a star de Maysa



P.D.Hice de mi vocación mi profesión, y esta se convirtió en mi vida. Frivolizar de vez en cuando consigue que mi vida no sea exclusivamente mi trabajo. Porque debajo de mi bata blanca hay una persona. Aun que a veces pesa tanto que lo olvido.
Y el Jueves… a Salouuuuuuuuuuuu

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martes, 4 de abril de 2006

SIMPLEMENTE


En ocasiones tengo la sensación de no entender las cosas que me pasan.

Las reacciones de la gente que me rodea me sorprenden, y el desenlace de determinadas situaciones me coge por sorpresa como si me hubiera perdido un capítulo de mi propia historia. Es entonces cuando me planteo que tal vez sea insuficiente la honestidad y el ir de frente. De alguna manera, las personas siempre te interpretan. Sacan conclusiones más allá de lo que ven y de lo que hay. Te adecuan a sus esquemas creando un personaje en torno a ti.
Siento no responder a las expectativas.
Soy simplemente yo, y eso es algo que ni quiero ni puedo remediar.



P.D.Mis silencios no son respuestas, más bien son preguntas.
No puedo hablar. Es lunes, debe de ser eso.

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sábado, 1 de abril de 2006

UNA PAUSA


Echo de menos aquellos días en los que podía parar y disfrutar de mi entorno. Observar a la gente paseando, abstraídos cada cual en su mundo. Sin prisas, sin meta fija, caminando por el simple placer de caminar. Ver a los perros en el parque armando la de dios en la arena, jugando a cazarse sin más preocupación que hacer felices a sus amos.
Verás, soy de ese tipo de personas que se sufren en silencio (eso es, como las almorranas).
No, no te rías que no tiene ninguna gracia. Te bastarían un par de días a mi lado para darme la razón. Una tremenda despistada.
Y sin embargo, percibo pequeños detalles que generalmente pasan desapercibidos. No me preguntes de qué color son tus ojos, qué ropa llevas o cuando es tu cumpleaños. Seré incapaz de responder. Pero recordaré perfectamente tu estado de ánimo, a qué olías, cómo suena tu risa.
Quizás por eso mi visión del mundo es algo distinta y necesito tiempo para captar los matices.

Extraño poder mirar la vida a través de mis ojos sin filtrarla por un reloj.



P.D. Tal vez me equivoqué al aceptar una tercera consulta. Mis días son de vértigo, siempre corriendo, siempre con prisas y la sensación de llegar tarde a todo. La verdad es que soy una mujer bastante simple, disfruto con las pequeñas cosas. Pero hasta estas requieren tiempo.
En fin, las Pascuas están ahí y yo me voy a PortAventura (derechita al DragonCan. Me van a tener que sacar con espátulas). Si alguien conoce el parque y sabe de una atracción más salvaje, acepto sugerencias.

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