
Rescatado de mi blog en ya.com

Declaración de principios y, sobretodo de finales. NO TENGO NADA QUE CELEBRAR EN SAN VALENTIN. Como leéis. Y que nadie se rasgue las vestiduras ni se compadezca de mí porque no hay motivo para ello. No creo en el amor. Y me refiero a ese “contigo pan y cebolla” tan pastelero que nos venden desde que nacemos. Las mujeres crecemos soñando con un deslumbrante príncipe azul, con el hortera de las medias azules y melenita a lo Cleopatra cabaretera como icono, mal empezamos. Y los hombres suspiran por esa virginal-pero-menos Lolita, una especie de “alter femenino” estrogenado e hipersexual a la par que maternal y protectora. Con el tiempo te das cuenta de que tú, de Lolita ya no tienes ni las trenzas y de que el único príncipe que tienes y quieres en tu vida es el de Bekelar , las galletas de chocolate que mojas en la leche del desayuno. Y entonces te replanteas tus prioridades y decides que no deseas invertir en falsos príncipes. Que prefieres plebeyos eventuales y en todo caso, comerte el pan con cebolla en soledad, que para eso te lo ganas. Pero es una tarea agotadora, os lo juro. Por todos lados te acribillan con mensajes subliminales que te hacen sentir un espécimen de laboratorio. Debe de existir alguna ley que desconozco, un códice secreto en el que se establece que obligatoriamente una persona, mucho más si es mujer, debe de aspirar a tener una pareja. Pues no me da la gana, fíjate tú. Se me dan mal las relaciones, escojo mal a mis “Principitos” y acabo recordando que a mi me repite la cebolla y más en bocadillo. Y me revientan las frases de turno tipo, “que se te va a pasar el arroz” o “cada oveja con su pareja”. Para empezar, aun que soy valenciana de pro, la tierra del arroz, resulta que no me gusta especialmente y que tanto me da si se pasa como sino llega. En cuanto a lo de las ovejas, corderos y demás ovinos… que cada cual se agregue como más guste. Yo me quedo con mi pesebre monovolumen último modelo con GPS incorporado por si me pierdo. Y aun que me pone los pelos como escarpias pensar en la avalancha de corazones rosa , “te quiero” y demás tópicos, entiendo que mi opción es una de tantas y mi respeto para los otros puntos de vista.