EL BLUES DEL VAGABUNDO

Acodado en su miseria escupió una sonrisa cínica mientras miraba con ojos burlones el trasiego de gentes sin nombre.
-Clones del miedo - pensó. - Esclavos del yo tengo; desertores del yo soy.
Hubo un tiempo en el que él enseñaba pensamiento. Filosofía lo llamaban. Pero se bebió a tragos largos la frustración de no abrir mentes cerradas, y concluyó que la vida no se enseña, simplemente se vive. Ese fue su final como hombre social.
-Yo no temo- vociferó en medio de la acera. –Nada tengo, nada puedo perder y moriré como vine al mundo; vestido de preguntas.
La gente se apartaba, entre asustada y aprensiva, sin comprender la gran verdad que esa sentencia etílica encerraba.
Un galgo escuálido ladraba en la esquina, y los transeúntes seguían su camino cargados con sus compras, sordos.

---

Audio: In the heat of the night del gran Ray Charles

P.D.

Bueno, y después del macropuente ( quienes hayan tenido la suerte de disfrutarlo), a esperar con paciencia las Navidades. Yo ya empecé con los turrones (de chocolate, por supuesto). ¿Alguien quiere?

---

21 de Diciembre, Blogomaratón solidario
Tú también cuentas

Rescatado de mi blog en ya.com