Rescatado de mi blog en ya.com
domingo, 25 de diciembre de 2005
sábado, 24 de diciembre de 2005
GRACIAS
¿Te has parado a pensar en cuántas veces te has cruzado con alguien desconocido que ha cambiado tu día?
Unas palabras, una sonrisa, tal vez una mirada o el simple conocimiento de su existencia.
Desconocidos que se convierten puntualmente en ángeles sin saberlo, héroes anónimos que te ayudan a enfrentarte con tu ahora.
Eso es precisamente lo que yo celebro en la Navidad. Esa capacidad de entrega gratuita que me enseña cada día que la plenitud no está en recibir, sino en ofrecer.
A mis héroes anónimos, a todos vosotros, gracias por ser, gracias por estar.
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miércoles, 21 de diciembre de 2005
BLOGOMARATÓN
Desayuno tranquilamente mientras leo los diarios.
Noticia-Rescatan diez emigrantes sin vida en una patera. Se estima que al menos otros tantos han desaparecido.
Pienso- Mientras yo dormía protegida en mi casa, estas personas morían en soledad, en medio de un mar frío sin que nadie supiera de su sufrimiento.
Me siento- Impotente.
En el almuerzo, entra un chico negro vendiendo CDs piratas y fruslerías. Los de la mesa de al lado se burlan de él, mareándolo sin ninguna intención de comprar.
Pienso- En cuantos cretinos tendrá que aguantar al día para poder mal comer.
Me siento- Rabiosa; con la gente, con los gobiernos, con el sistema que cierra los ojos a según que miserias.
A la consulta acuden dos mujeres rumanas. Apenas hablan castellano, pero por lo que puedo entender, no tienen papeles. Por eso prefieren pagar (¿con qué?) un médico privado. Piensan que en el hospital denunciarán su situación. Las atiendo y les explico que, con o sin papeles, serán asistidas sin problemas en la seguridad social. Es urgente practicarle unas pruebas a la más joven de ellas. Les doy la medicación de la que dispongo y no les cobro la consulta.
Pienso- Que nadie debería carecer de asistencia médica. La salud es un derecho fundamental que no se dispensa según las clases sociales ni las razas.
Me siento- Bien. Mi conciencia está tranquila por mi buena obra.
Aparco. Un chico gesticula cabreado. Le han robado el coche.
Pienso- Desde que este barrio se llenó de inmigrantes, no estás segura ni en tu casa.
STOP
REBOWING
¿A caso sabes quién robó el coche?, ¿no te lo destrozaron a ti tres veces, mucho antes de la invasión?
¿No te cruzas con esas personas cuando ellos también van a trabajar?
Me siento- Gilipollas.
Está muy bien aportar dinero a ONGs. Si, ayuda a mucha gente y nos hace sentir buenas personas.
Pero cómo pretendemos cambiar el mundo sino empezamos por nosotros mismos.
Por la integración
Noticia-Rescatan diez emigrantes sin vida en una patera. Se estima que al menos otros tantos han desaparecido.
Pienso- Mientras yo dormía protegida en mi casa, estas personas morían en soledad, en medio de un mar frío sin que nadie supiera de su sufrimiento.
Me siento- Impotente.
En el almuerzo, entra un chico negro vendiendo CDs piratas y fruslerías. Los de la mesa de al lado se burlan de él, mareándolo sin ninguna intención de comprar.
Pienso- En cuantos cretinos tendrá que aguantar al día para poder mal comer.
Me siento- Rabiosa; con la gente, con los gobiernos, con el sistema que cierra los ojos a según que miserias.
A la consulta acuden dos mujeres rumanas. Apenas hablan castellano, pero por lo que puedo entender, no tienen papeles. Por eso prefieren pagar (¿con qué?) un médico privado. Piensan que en el hospital denunciarán su situación. Las atiendo y les explico que, con o sin papeles, serán asistidas sin problemas en la seguridad social. Es urgente practicarle unas pruebas a la más joven de ellas. Les doy la medicación de la que dispongo y no les cobro la consulta.
Pienso- Que nadie debería carecer de asistencia médica. La salud es un derecho fundamental que no se dispensa según las clases sociales ni las razas.
Me siento- Bien. Mi conciencia está tranquila por mi buena obra.
Aparco. Un chico gesticula cabreado. Le han robado el coche.
Pienso- Desde que este barrio se llenó de inmigrantes, no estás segura ni en tu casa.
STOP
REBOWING
¿A caso sabes quién robó el coche?, ¿no te lo destrozaron a ti tres veces, mucho antes de la invasión?
¿No te cruzas con esas personas cuando ellos también van a trabajar?
Me siento- Gilipollas.
Está muy bien aportar dinero a ONGs. Si, ayuda a mucha gente y nos hace sentir buenas personas.
Pero cómo pretendemos cambiar el mundo sino empezamos por nosotros mismos.
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lunes, 12 de diciembre de 2005
EL BLUES DEL VAGABUNDO
Acodado en su miseria escupió una sonrisa cínica mientras miraba con ojos burlones el trasiego de gentes sin nombre.
-Clones del miedo - pensó. - Esclavos del yo tengo; desertores del yo soy.
Hubo un tiempo en el que él enseñaba pensamiento. Filosofía lo llamaban. Pero se bebió a tragos largos la frustración de no abrir mentes cerradas, y concluyó que la vida no se enseña, simplemente se vive. Ese fue su final como hombre social.
-Yo no temo- vociferó en medio de la acera. –Nada tengo, nada puedo perder y moriré como vine al mundo; vestido de preguntas.
La gente se apartaba, entre asustada y aprensiva, sin comprender la gran verdad que esa sentencia etílica encerraba.
Un galgo escuálido ladraba en la esquina, y los transeúntes seguían su camino cargados con sus compras, sordos.
Tú también cuentas
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jueves, 8 de diciembre de 2005
TAL VEZ
Me puedo columpiar días enteros en un interrogante. Y no es que me falte decisión. Es que mi corazón y mi cabeza andan reñidos y cuando uno dice blanco el otro dice negro.
No recuerdo ya cuando ni porqué empezaron a hacerse la puñeta, pero lo cierto es que este antagonismo me tiene con las piernas colgando de un punto; el del interrogante. Yo ya les dije a ambos que admito sobornos.
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